Cocido español, el mejor regalo

Ya llega el buen tiempo, pero todavía nos quedan algunos días de frío en los que apetece comer platos de cuchara. ¿Qué te parecería disfrutar de un buen cocido español? El cocido es el plato típico madrileño que todos los turistas quieren probar, al visitar la capital. Un plato tradicional contundente y exquisito.

Ya no es necesario acudir a un restaurante de Madrid para poder  degustar un magnífico cocido español. Ni pasarte las horas en la cocina para elaborar este gran plato tradicional. Gastronomic Spain te ofrece la opción de encargar un auténtico cocido y recibirlo en tu propio domicilio.

El cocido es uno de los platos más famosos de España. El nuestro está elaborado de forma artesana con ingredientes de primera calidad. Su ingrediente principal son los garbanzos lechosos, acompañados de carne de ternera y embutidos como chorizo y panceta, procedentes de Asturias. Verdura de la mejor calidad, procedente de la huerta riojana (zanahoria, patata, berza y cebolla) y todo ello rehogado con un excelente aceite de oliva, pimentón y sal.

Se cocina a fuego lento, sin prisa y con mucho mimo. Es un producto 100% natural, sin colorantes ni conservantes añadidos. Cuando lo recibas en casa solo tendrás que calentarlo y… a disfrutar.

El origen del cocido español está en la famosa “olla podrida” castellana. Realmente su nombre es olla “poderida” que viene de poder, puesto que era un cocido sólo accesible para las gentes más pudientes. Se trata de un guiso medieval contundente de gran valor alimenticio. A su vez, la “olla poderida” procede de la “adafina”, una receta judía que se preparaba antiguamente para comer los viernes, ya que el sobrante se podía ingerir los sábados, respetando de este modo el “sabbat” judío. Evidentemente, la carne de cerdo fue una aportación posterior de los cristianos.

Originariamente, el cocido era un plato humilde, consumido por las clases bajas. Su denominación de “madrileño” aparece a finales del siglo XVII, pero la verdadera identificación con la capital española se lleva a cabo entre el final del siglo XIX y mediados del XX, cuando es “descubierto” por la clase burguesa y la Corte. Desde entonces, siempre aparece en los menús de los restaurantes de moda.

Básicamente su elaboración consiste en cocer los garbanzos (puestos a remojo previamente), con la carne, los embutidos y la verdura en una olla de barro, en la que se deja cocer durante varias horas. Actualmente esta cazuela se sustituye por la olla a presión súper rápida.

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