Los pimientos de padron es una variedad de pimiento originaria de América que fue traída a España por monjes franciscanos que adaptaron su cultivo en Padrón, en la parroquia de Herbón, en el siglo XVI.
Se trata de un pimiento pequeño, de color verde vivo, con unas dimensiones pequeñas y una longitud entre los 5 y los 10 cm.
Se cosecha entre mayo y final de septiembre ó primeros de octubre, si bien su cultivo en invernaderos ha hecho que su presencia en los mercados dure prácticamente todo el año.
Inicialmente se trataba de un producto típico de Galicia, sobre todo de la localidad de Padrón a la que debe su nombre, pero ahora se cultiva en otras zonas como levante, Andalucía e incluso en el norte de Africa.
El Pimiento de Padrón se ha ganado una merecida fama por dos motivos, su sabor y sobre todo por su “picor” ya que muchos de ellos pican, en mayor o menor medida, sin que exista una razón clara para ello, o al menos no se conoce con certeza.
La realidad es que no son picantes todos los ejemplares, ni siquiera lo son todos los de una planta o no lo son todos los de una planta, lo que ha llevado a desarrollar numerosas teorías sin que se tenga certeza de la veracidad de ninguna de ellas.
Algunos atribuyen el que piquen a su mayor soleamiento, y ello justificaría esa diferencia entre unos pimientos y otros aún dentro de la misma planta.
También se sabe que a medida que avanza la temporada, hablando de Galicia y su medio natural, sin invernaderos, es mayor la proporción de ejemplares de Pimientos de Padrón que pican frente a los que no, lo que motiva incluso que la gente los consuma menos o con más precaución al final.
Yo me voy a atrever a aventurar una teoría sobre ello.
Mi padre cultivó alguna vez Pimientos de Padrón en su huerto. Lo normal era que no picasen, pero alguno se salía de la regla. Pero si se les dejaba en la mata llegaban a madurar y se ponían totalmente rojos y entonces picaban como la más fuerte de las guindillas. Por todo ello, mi conclusión es que el Pimiento de Padrón es un pimiento que se consume cuando todavía no está maduro. En la época de plena producción, como se recoge todos los días, es más difícil que un ejemplar se “escape” dos o tres días y madure hasta comenzar a picar, aunque alguno siempre se escapa. Pero cuando avanza la temporada la producción disminuye y no se recolecta todos los días, primero cada dos días y luego incluso cada tres o cuatro días y si algún ejemplar se escapa un día, lo que cada vez es más probable, puede fácilmente alcanzar mayor maduración y en consecuencia picar.
Hay otra cuestión curiosa en el mundo del Pimiento de Padrón y es su forma de contarlo, ya que se vende normalmente en bolsas de 100 unidades, y es que se coge por “manos” con cuatro unidades en cada mano, por lo que se dice que una bolsa son 25 manos. Y es de admirar la práctica y la velocidad con que lo hacen.
El hecho es que el Pimiento de Padrón se ha ganado sobradamente su fama y es muy valorado y consumido so lo o como guarnición, y se elabora frito o a la plancha y aderezado con sal gorda posteriormente, recomendándose el no dejarlos enfriar.
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